Un anciano de 71 años, Chen Dejun, asegura que lleva desde los 29 años bebiendo de tres a cuatros litros de gasolina mensuales durante los últimos de 40 años.
Afirma que es muy saludable para la tos y dolores en el pecho. Todo empezó cuando tuvo una fuerte tos y le aconsejaron beber queroseno para aliviarla.
Desde entonces no ha parado, y han sido los médicos de un hospital quienes lo sorprendieron con una garrafa de dos litros y un vaso en su mano.
Tras examinarlo confirmaron que su salud era buena, aunque con señales de enfisema pulmonar.
Creen que ya su cuerpo se ha acostumbrado a este extraño consumo, pero le avisaron de que solo le está funcionando como anestesia y que no puede curar su dolor.
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