Todo reo sueña con fugarse de la cárcel. Sin embargo, son pocos los que se animan a llevar sus planes hasta las últimas consecuencias. Lo malo, es que las cosas no siempre salen bien.
Esta historia de infortunio y pena ajena sucedió en la cárcel de Ceres, en Brasil, donde con la ayuda de un tubo de metal, dos reos cuyos nombres no se han dado a conocer, hicieron un agujero en una de las paredes de la ducha de su celda.
Tras horas de trabajo, finalmente tenían listo el orificio. El primer reo pasó sin problema alguno, pero el segundo se quedó atorado en el hoyo cuando intentaba llegar al otro lado. Su amigo gandalla, en lugar de ayudarlo se dio a la fuga.
El reo atorado terminó enseñando el calzón, esperemos que ninguno de los otros presos se haya aprovechado de su posición tan desventajosa.
De nada sirvieron sus intentos por liberarse. Ni siquiera el personal de seguridad de la prisión pudo zafarlo. Fue hasta que llegaron los bomberos cuando este reo pudo quedar libre de su propia trampa.
Debido a las horas que estuvo atrapado, este preso sufrió diversas lesiones.
Algo así le pasó a Winnie the Pooh:
Por cierto, Su compañero de aventura aun se mantiene prófugo.
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