Puede ser muy cierto que el futbol es la cosa mas importante de lo menos importante, pero lo cierto es que es un vehículo para unir pueblos y sacarle sonrisas a la gente, principalmente a los niños.
Un día, sentado en su casa viendo la televisión, Tim Jahnigen, se topó con un documental sobre cómo se divertían los niños en Dalfur, Sudán. Vio cómo jugaban con una “pelota” hecha de pedazos de basura, por lo que decidió hacer algo para cambiar dicha situación.
Tras ese día, ideó la manera de cómo podrían jugar al futbol sin que se les rompiera su balón. Así que, en sus intentos por crear una pelota indestructible, encontró el Etilvinilacetato (un compuesto formado a partir de etileno y acetato de vinilo, similar a la espuma rígida que se utiliza en las chanclas Crocs).
Hacer un balón con este material era una idea muuuy costosa, pero con el apoyo de la Fundación One World Futbol -por cierto respaldada por Sting- se pudo lograr el objetivo. Durante el último año y medio se han repartido más de 100.000 unidades en más de 150 países. ¡Qué tal!
Los niños de Sudán probando el irrompible
Nuestra misión es permitir que los niños sean niños sin importar dónde viven. El fútbol no es el foco, sino una herramienta para trabajar más eficientemente para mantener los chicos en el colegio o para que ingresen al mercado laboral o ayude a prevenir VIH o no pisen minas antipersonales.
Échenle un vistazo y fíjense cuán indestructible es que ni un león pudo con él:
Y luego dicen que el futbol es tonto…
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