Una muestra más de que hasta los más guapos a veces también la regamos.
Durante su última visita a China, el ahora jugador del Paris Saint-Germain hizo las delicias de aficionados al visitar las instalaciones de equipos locales, sin embargo, también tuvo que soportar las risas contenidas de aquellos que presenciaron el tremendo azotón que dio al resbalar, justo cuando se disponía a hacer gala de ese toque de balón que lo caracteriza.
Sólo un poco apenado y con el tacuche medio empolvado, Beckham tomó las cosas con humor y procedió con sus labores de “Embajador de la liga China”, en las cuales convivió con jugadores del equipo local, el Wuhan Zall, y también hizo acto de presencia en el gobierno municipal de esa ciudad ubicada a orillas del Yangtsé.
“Quiero hacer todo lo posible para ayudar a que los niños de China se conviertan algún día en jugadores profesionales”, señalo el Spice-boy.
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