Luego de la tremenda polémica provocada por los cambios que Instagram hizo en sus políticas de privacidad y términos de uso, la plataforma se ha visto obligada a dar un paso hacia atrás y pensar mejor las cosas.
Y es que de acuerdo con la (pésima) redacción de dichos términos, la aplicación podría vender las fotografías de los usuarios sin su consentimiento. Algo que terminó por desatar una ola de críticas, provocando que el cofundador de Instagram, Kevin Systrom, anunciara en el blog oficial que harían las modificaciones necesarias para que las nuevas políticas fuesen más claras respecto al sistema de monetización para la plataforma.
Sin embargo, parece que la aplicación (que por cierto, es propiedad de Facebook) ha optado por regresar a los antiguos términos, mientras se replantean la estrategia que seguirán para incluir publicidad y monetizar la red social.
En resumen, todo ha vuelto a la normalidad en Instagram, aunque habrá que ver cuánto tiempo dura esta situación hasta que los cambios lleguen, porque llegarán, a esta plataforma que ya cuenta con más de 80 millones de usuarios.
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