Richard Brown, de la ciudad de Taunton, compró un boleto de la lotería de los que se les raspan las casillas en Massachusetts y no se quejó cuando el empleado de la tienda le dio el boleto que no había pedido. Brown dijo que simplemente "lo dejó pasar".
Pero esa decisión fue la mejor definitivamente pues ganó ni más ni menos que un millón de dólares.
El afortunado dijo que había ingresado recientemente en Gulf Taunton y pidió un billete "Blue Ice 7s" de cinco dólares pero el empleado estaba distraído y le entregó por error un "Sizzlin 7s".
Brown seleccionó la opción efectivo en el premio y recibió el pago una sola vez de 430 mil dólares después de impuestos. Dijo que tiene intención de aprovechar el dinero para instalar un nuevo techo en su casa y efectuar un viaje a San Francisco.
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