Sales de tu casa, con gran emoción te diriges al Walmart más cercano con un sólo objetivo en la cabeza: comprarte un iPad.
Llegas a la tienda, vas al departamento de electrónica y le pides amablemente al encargado que si te puede vender una de esas tabletas que están en el mostrador. Sacas los billetes, pagas, te entregan la caja con el logotipo de la manzana y sales de regreso a tu hogar con ansias de usar tu nuevo juguetito.
Abres la puerta, sacas la caja de la bolsa, rompes los sellos, abres el paquete, olor a nuevo y ahí está, el sueño se hace realidad pues por fin tienes tu iPad. Pero un momento, algo anda mal, el aparato no enciende, en lugar de eso tiene una pantalla de inicio congelada y nada parece funcionar. “Maldita sea”, murmuras.
Te das cuenta que lo comprado no es más que uno de esos iPad de muestra, tan falso como un billete de 300 pesos. Decepcionado y colérico vas de regreso al Walmart, esperando un cambio, aunque no sin una disculpa.
Pero la vida es cruel y en lugar de eso, el encargado te dice que nada pueden hacer y que el iPad “así venía”. Felicidades, ahora tienes un carísimo pisapapeles.
Esto fue lo que le pasó a un hombre en Estados Unidos, a quien Walmart no ha querido cambiarle su tableta ni devolverle su dinero, luego de venderle un dispositivo de muestra. Por su parte, el comprador inciará una demanda en contra del gigante de las tiendas departamentales, quienes simplemente se han limitado a pasarle la bolita a Apple por el error.
No sabemos si el hombre tendrá éxito en su cruzada, pero desde aquí le deseamos la mejor de las suertes. ¿Ven cómo esas cosas no sólo pasan por comprar en Tepito?
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