Cuando uno tiene hijos se le ocurren mil cosas para divertirse, como jugar algún deporte o intentar hacer una banda, pero probablemente son pocos los que quieren jugar con las carriolas.
No nos referimos al sano y divertido juego de “irrr” y “ñiuuu” para que el pequeño se ría mientras va en su transporte, sino a convertir la carriola en un transporte que alcance hasta 80 km/h.
El padre de un niño de un mes, Colin Furze, la carriola más rápida del mundo (esperamos que Record Guiness confirme eso, no deben de ser muchos los que experimenten con el transporte de sus bebés). Le agregó a este sencillo vehículo un motor de bicicleta, dos botones para controlar la aceleración y los frenos, y usa el manubrio como volante.
En una entrevista, Furze aclaró que espera que algún día pueda usar la carriola con su hijo a bordo, a pesar de que probablemente su esposa no está nada contenta con la idea.
Le espera una infancia muy intensa al hijo de Furze, el creador del scooter más rápido del mundo.
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