Presentando un nuevo concepto de “privacidad en la oficina”, un diseñador francés ha creado unas burbujas de plexiglás para evitar cualquier contacto con tus compañeros, conservando un sentido de proximidad aceptable sin el aislamiento que los clásicos cubículos causan.
Éste no es un método para crear compañeros cada vez más antisociales; se trata de una forma de evitar contagios (cuando uno estornuda, por ejemplo), contener malos olores y mejorar la productividad del empleado aislándolo parcialmente de los chismes de oficina que resultan tan nocivos para todos.
La solución promete evitar algunos de los problemas que el constante ajetreo de oficina (risas muy sonoras, gritos entre colegas, sonidos del fax, teléfono, etcétera.) causa entre los empleados. La intención de las burbujas transparentes es la de ofrecer un sentido de privacidad mientras se trabaja codo a codo en un escritorio comunal.
Hasta ahora, dos compañías francesas se han interesado en el concepto; sin embargo, existen algunos detractores que opinan que un ambiente de trabajo idóneo es aquél donde los trabajadores se sienten cercanos entre sí, pueden consultarse de manera inmediata y sienten la compañía del otro. ¿Qué será mejor?
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