Manoj Baghel era un cura hindú que deliberadamente consumió veneno pues estaba seguro que resucitaría al tercer día. Su plan le salió más o menos bien… sí se murió (como tenía planeado), pero ya no volvió a la vida.
Esto sucedió el pasado sábado en la ciudad de Raigarh, en el estado de Chhattisgarh. Debido a que el sacerdote de 25 años tenía un gran número de seguidores, fueron cientos quienes presenciaron su suicidio.
“Manoj Baghel se suicidó el sábado consumiendo un veneno en un templo en Raigarh. Aseguró que volvería a la vida 72 horas más tarde”, comentó el jefe de policía local.
Sus fieles fueron los encargados de resguardar el cuerpo pare impedir que se le practicara una autopsia o les hicieran ‘chanchullo’. Afuera del templo, una multitud aguardaba la esperada resurrección.
“Cientos de personas rodearon el templo, colocaron el cuerpo del sacerdote en una habitación cerrada y se niegan a entregarlo a la policía para que realice la autopsia. Muchos esperan que el religioso vuelva a la vida esta tarde”, comentó hace unos días el agente.
Pero pus… las personas se quedaron como novias de rancho: vestidas y alborotadas.
Tras 72 infructuosas horas, los fieles se marcharon sumidos en una gran decepción y tristeza. Lógicamente, cuando llevaron el cuerpo al centro médico para que lo ayudaran, ya no se pudo hacer nada.
Aun así, los familiares regresaron el cadáver al templo, en donde siguen esperando el milagro.
Por lo visto ahí se quedarán durante un laaaaaargo tiempo.
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