El siguiente político se olvidó de toda sutileza para resolver los problemas económicos que cruza su país y propuso lo que “podría” considerarse un insulto a millones de habitantes que pertenecen a la tercera edad en Japón.
Como si el veterano ministro de economía del gobierno japonés –Taro Aso- vendiera piñas, ha pedido a los ancianos de su país “que se den prisa y se mueran”, esto para aliviar la carga fiscal que los nipones pagan por la atención médica de los venerables ancianos.
“Dios no quiera que ustedes se vean obligados a vivir cuando quieran morir. Yo me despertaría sintiéndome mal sabiendo que (todo el tratamiento) está pagado por el gobierno (…) el problema no se resolverá a menos que ustedes se den prisa en morir”
Las polémicas declaraciones de Taro Aso obviamente fueron mal tomadas por una cuarta parte de la población en Japón, la cual sobrepasa los 60 años. Por cierto, Aso –de 72 años- más tarde se retractó y dijo que lo declarado en una reunión del Consejo Nacional de Seguridad Social fue a título personal, ya que simplemente habló de cómo le gustaría morir.
“Les dije lo que yo personalmente creo, que es importante no prolongar la vida con tratamientos y ser capaz de pasar los últimos días de vida en paz.”
Pero ésta no es la primera ocasión que al buen Taro se le va la lengua, ya que en 2008 recomendó que los ancianos cuidar bien su salud para no ser una carga para el Estado. Al parecer su estrategia económica no dio resultado -el año pasado el gasto en la seguridad social de los ancianos incrementó 10% los impuestos en Japón- y ahora se puso un poco más radical.
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