martes, 22 de enero de 2013

Anciano galés se echó un “tirito” con un tiburón para salvar a unos niños

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Típico, estás disfrutando la vacación en una playa australiana. De pronto un tiburón nada hacia un grupo de niños. Entonces, cuando todo parecía perdido, un abuelo evitó la desgracia, luchó contra el escualo y lo envió mar adentro.

No, no es el guión de una película mexicana ochentera de acción, de esas que filmaban en Acapulco. Esta peculiar historia sucedió hace unos días en una popular playa de Queensland, en Australia.

Ahí, Paul Marshallsea, un abuelo galés de 62 años, asoleaba sus blancas y ya no tan firmes carnes en la playa, y disfrutaba del cálido verano australiano cuando escuchó alboroto. Entonces se dio cuenta que la agitación de los bañistas era porque en el mar, un tiburón arenero nadaba muy cerca de la orilla y se dirigía hacia donde jugaba un grupo de niños.

Sin pensarlo, Marshallsea se dirigió corriendo al estilo “Baywatch” arrancando suspiros de las féminas del lugar y se enfrentó al tiburón de dos metros.

“El tiburón se dirigía hacia unos niños de poca edad que estaban jugando en el agua. Si los hubiera atacado habría sido un desastre. Pero mi instinto me hizo correr y agarrar al animal por la cola. Sabía que era peligroso, pero debía hacerlo”.

El anciano tomó al tiburón de la cola y comenzó a orientarlo hacia el interior del mar. El animal obviamente se puso loco y le soltó una mordida. Afortunadamente no alcanzó la pierna del hombre.

“Cuando logré agarrarlo en aguas más bajas, se dio vuelta y trató de atacarme en la pierna. Por poco me la arranca (la pierna, no piensen mal), pero en un segundo logré desviarlo”.

Tras unos minutos de pelea, el abuelo logró arrastrar al tiburón mar adentro.

Mashallsea, quien vive en un pueblo rural en Gales, se encontraba en Bulcock Beach, acompañado de su esposa Wendy, de 56 años, y de su hija Rachel, de 21, además de varios de sus amigos.

Este sexagenario héroe hasta salió en las noticias, gracias a que unos periodistas filmaban una nota en una zona cercana al incidente.

Eso sí, para que no haya otros espontáneos que quieran imitar al señor Mashallsea, el equipo de guardacostas australiano señaló por medio de un comunicado lo siguiente: “No recomendamos luchar con los tiburones, pero lo que hizo este caballero fue una gran labor”.

Y es que en los últimos meses, los tiburones areneros han estado presentes en seis ataques a humanos y botes en la región. Por desgracia, uno de estos terminó con una persona fallecida.

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